En este artículo te explicamos, de forma clara y práctica, cómo funciona el reparto de energía en una comunidad energética, un aspecto clave para que vecinos, pymes y ayuntamientos entiendan cómo se benefician del modelo.
Este enfoque permite que la energía generada localmente sea más transparente, eficiente y accesible para todos los participantes.
En la mayoría de municipios rurales, la factura eléctrica funciona igual desde hace décadas: un consumo opaco, costes variables difíciles de prever y poca capacidad de acción por parte de los vecinos o las pymes.
Pero cuando un municipio decide organizar una comunidad energética, la forma de consumir, gestionar y ahorrar energía cambia. El reparto se vuelve transparente, democrático y eficiente, y los beneficios se quedan en el territorio.
Desde la Oficina de Transformación Comunitaria analizamos tus consumos y te mostramos oportunidades reales.
En el modelo convencional:
Cada hogar consume únicamente de la red.
Se paga un precio marcado por la comercializadora.
Es difícil interpretar cuándo y por qué gastamos más.
No se puede aprovechar energía producida en el propio municipio.
Es un sistema sin participación ciudadana ni control real.
El reparto de energía en una comunidad energética se realiza de forma automática y proporcional mediante la asignación de un porcentaje a cada participante.
En una comunidad energética, el modelo cambia:
Se instala una planta solar en un espacio o edificio municipal.
La energía producida se reparte entre los participantes según un acuerdo previo.
Cada participante usa directamente su parte.
Si falta energía, la red la complementa como siempre.
Esto se traduce en ahorros directos en la factura y mayor independencia energética.
Realizamos estudios gratuitos y personalizados.
Cada participante recibe un porcentaje fijo de la instalación solar.
Ejemplo:
Ana → 10%
La panadería → 20%
El Ayuntamiento → 30%
Otros vecinos → 40%
Si la instalación produce 100 kWh, el reparto sería:
Ana: 10 kWh
Panadería: 20 kWh
Ayuntamiento: 30 kWh
Luego, el contador digital cruza automáticamente esa energía con el consumo real de cada uno. No hay que hacer nada: el sistema se encarga de todo.
Un día soleado:
La instalación genera 50 kWh a las 12:00.
Tienes asignado un 10% → 5 kWh.
En tu casa consumes 3 kWh en ese momento.
Resultado:
✔ Los 3 kWh los cubres con energía de tu comunidad energética (más barata).
✔ Los 2 kWh sobrantes se reparten o se vierten según el acuerdo interno.
En la factura verás:
Menos energía comprada a la comercializadora
Un descuento por autoconsumo compartido
Más control del gasto
Ofrecemos sesiones formativas para ayudar a dinamizar la comunidad energética.
No. La red siempre cubre lo que falte.
Se genera menos, pero tu suministro no cambia.
No. Tu contador digital es suficiente.
Puedes participar igualmente, ese es uno de los grandes beneficios del modelo.
Gracias al reparto de energía en una comunidad energética, cada vecino aprovecha la energía generada sin necesidad de instalaciones adicionales.
Asesoramiento gratuito y acompañamiento técnico desde las Oficinas de Transformación Comunitaria de la Diputación Provincial de Almería.
Una comunidad energética:
reduce la factura,
aumenta la independencia energética,
fortalece la economía local,
fomenta participación ciudadana,
impulsa empleo verde,
y refuerza la identidad del municipio.
Es una herramienta de transformación rural con beneficios duraderos.
Para más información sobre normativa y autoconsumo, puedes consultar recursos del
IDAE: https://www.idae.es y del MITECO: https://www.miteco.gob.es/es/
Si tu municipio quiere implementar un modelo eficiente basado en el reparto de energía en una comunidad energética, la Oficina de Transformación Comunitaria de la Diputación de Almería puede ayudarte en cada fase del proceso.
Proyecto financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
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